Videoclub Notas Retro

Videoclub CINEHOGAR de Martinez (1987)

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Videoclub CINEHOGAR de Martinez (1987)

En Martinez, un videoclub de primera
NO EXISTE COMPETENCIA POSIBLE
Cinehogar se encuentra al norte de la provincia de Buenos Aires. Un lugar de lujo con amplias facilidades para el asociado.

Una importante zona del Gran Bue­nos Aires, tiene su videoclub pro­pio. Esta, sin menoscabar a los otros locales de la zona, es la conclusión a la que el cronista pudo arribar luego de la visita efectuada a Cinehogar, de la localidad de Martínez. Cinehogar se encuentra ubicado en la Av. Santa Fe al 1800 y sus dueños son un grupo de jóvenes con vasta experiencia en el video. “Tuvimos un local hasta hace 7 meses a tres cua­dras de aquí. Ese videoclub era el único de la zona, ya que lo habíamos inaugurado seis años atrás”. Los co­mienzos del anterior establecimiento fueron difíciles ya que “empezamos con sólo diez títulos y en el país sólo existían quince videoclubes; uno de ellos era el nuestro”.

Ahora, con Cinehogar, “el crecimien­to es lento pero seguro, ya que desea­mos que los 2.300 asociados tengan el mejor servicio”. Respecto de ellos, los entrevistados agregan que “de­seamos que nuestros -clientes sean activos, reciban la mejor atención y al ingresar al local se sientan en una videoteca”. Por otra parte, para inci­tar el interés del futuro socio, Cineho­gar facilita servicio a domicilio, mate­rial de reparaciones de videocaseteras, accesorios necesarios para el mejor funcionamiento del aparato y la detallada información suministrada por el servicio computarizado y las carpetas con todos los datos del film que se va a alquilar. Todas esas pres­taciones para el cliente se deben a que el público de la zona es muy exigente, presto a las últimas noveda­des y a las sugerencias. Es gente que conoce de cine, que disfruta con un film y desea volver a verlo en video. Es gente que viaja al exterior, extranjeros, instituciones privadas y personas no de gran poder adquisitivo, pero no dependientes de la economía del país”. En cuanto a ello, los dueños del videoclub aclararon que “todos dependemos económicamen­te y a ese problema va dirigida nues­tra inquietud referida al negocio del video. Pensamos que debería haber menos editoras y menos videoclubes para que prolifere la cantidad de videocaseteras”.

Un local a todo lujo

Enormes afiches originales de Bus­cando a Susan, Flashpoint, 010, El poder y la pasión y Silkwood reciben al cliente al ingresar al local. Allí, dos computadoras (“devoluciones” y “re­servas”) demuestran el grado tecno­lógico del establecimiento. Por su­puesto, “cajitas” por todas partes que sugieren al asociado. Para que éste conozca el material de Cinehogar, se le suministra una tarjeta magnética que lo introduce en la otra parte del local: el emporio del lujo. Allí, otras dos computadoras, sirven como “al­quiler”. Pero lo que sorprende son las indicaciones para el alquiler de películas. Los films a alquilar se encuen­tran divididos en modulares que com­prenden a los 3.000 títulos de Cineho­gar. Ellos se diferencian por un color distinto en cada uno de los casettes. Así, por ejemplo, el rojo comprende a los films de terror, al azul a los de acción y el verde al género de aventu­ras. Y, como si fuera poco, el cliente puede informarse con numerosas carpetas (también separadas por gé­neros), de la película que va a llevar.

Ahí se perciben el título original, año de producción, intérpretes, director y sinopsis argumental del film. Es decir, una ficha técnica, a veces más completa que la de las carátulas. Por último, otra computadora comenzará a funcionar en los próximos días y en ella se podrá averiguar los datos del film, las películas en que trabajó cualquier actor y la filmografía en vi­deo del director.

Fuente: Revista VIDEO CLUB (Octubre de 1987)


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