Fuente: Revista Video News (diciembre de 1986)
Sepa cómo se editan las videopelículas.
Las razones que influyen en que unos videocassettes tengan mayor calidad que otros. La alta velocidad le pone un freno a la piratería.
Hay muchos factores que influyen en el resultado final, cuando de ediciones de películas en videocassette se trata. El más inmediatamente visible para el usuario es la cinta que se ha empleado. De su calidad depende en buena medida que la imagen y el sonido resulten satisfactorios. No toda cinta virgen tiene el mismo standard de calidad. Hay las que producen mayor ruido de imagen, drops (pérdida de señal por fallas en la emulsión magnética) y las que tienen sistemas de tracción defectuosos que ocasionan problemas en los rebobinados y llegan a rayar la superficie grabada. Es imprescindible, por lo tanto, utilizar cintas de calidad garantizada, para asegurarse una visión normal y evitar el deterioro de los propios equipos.
Pero la cinta en sí, el soporte magnético, es tan solo un eslabón en la larga cadena de la edición, que se inicia en la elaboración del master o cinta matriz. Este se obtiene cuando de la transcripción de una película se trata del celuloide original, por medio de un sistema perfectamente integrado, que lee la película sin proyectarla, computarizado, dotado, además, de dispositivos de corrección de color y contraste. Los masters se graban usualmente en cinta de % de pulgada en UMatic que puede ser de banda alta o banda baja. De estos masters se obtienen las copias comerciales. Para hacerlas se emplean cassetteras similares a las de uso doméstico, llamados “esclavos” en la terminología profesional. Muy pocas casas duplicadoras disponen de modelos especiales destinados a la duplicación que técnicamente no son superiores a los domésticos, sino que simplemente carecen de sintonizador y disponen de medidores de nivel de sonido, por ejemplo sino que en general se emplean equipos idénticos a los que poseen los usuarios. Las cintas se graban a velocidad normal, es decir que una película de hora y media necesita igual tiempo para su proceso de edición, además del tiempo requerido para la preparación de toda la maquinaria que interviene en el proceso y para el posterior control de calidad. En esto se diferencia la industria editora de cintas de video de la que se dedica a cintas de audio, ya que esta última copia por el sistema de alta velocidad, que llega a ser treinta y dos veces mayor que la de reproducción normal; esto les permite ahorrar un tiempo precioso y obtener un rendimiento mucho mayor de los equipos de duplicación, abaratando costos. En video, el sistema de alta velocidad está todavía en pañales. Desde hace años, se ha venido experimentando para obtener copias por contacto de una cinta matriz con la cinta virgen, en vez de requerir una grabación convencional. Se prepararon varios prototipos capaces de conseguirlo, generalmente en base a una cinta sinfín de transferencia que entraba en contacto con el master, recogía una huella de la grabación que éste contiene y la trasladaba a la cinta virgen. Complicado y delicado el método, que exige condiciones muy especiales de trabajo. Finalmente Sony puso en el mercado unos equipos duplicadores de alta velocidad. El sistema definitivo se basa en una especie de “espejo magnético” como master, capaz de “imprimir” copias, pero imposible de ser copiado para obtener otro master, lo que le da el atractivo industrial de una barrera contra la piratería. La nueva velocidad de duplicación llega a ser 50 veces el tiempo real para VHS y 80 veces para Beta, lo que hace un tiempo de un minuto treinta y cinco segundos para la obtención de cada copia de una película de dos horas.
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