Está constantemente apurada. Por momentos desearía que el sol detuviese su marcha, como en la anécdota del Antiguo Testamento, porque las 24 horas del día le resultan escasas para todos sus quehaceres. Encontrarse situada en la cresta de esa ola que se llama notoriedad es algo por lo cual Susana Giménez luchó durante muchos años. Ahora debe pagar la tarifa que es elevada: merma en el descanso y aumento de la tensión nerviosa. Con todo, se hace un poco de tiempo para atender los requerimientos de VIDEO CLUB porque le encanta el tema.

“Soy una entusiasta del video y aprendí casi desde que lo tengo a darle un uso profesional. Grabo casi todas mis audiciones de “Hola Susana” y después las miro y remiro, como una forma de contabilizar mis aciertos y corregir los errores y defectos. Quienes me siguen en forma regular habrán sido los primeros en advertir que algunas inseguridades y movimientos en falso que se notaban en el comienzo del ciclo, desaparecieron. Porque una cosa es que el director o los productores me lo hagan notar y otra muy diferente —y hasta más elocuente diría— que yo misma me vea y con ojos muy críticos, como, me gusta auscultarme”

Ha corrido mucha agua bajo los puentes desde aquel gritito de ‘shock’ que asombró a la teleaudiencia — particularmente a la masculina— desde un aviso comercial o su cimbreante figura en colores ilustrando la tapa de algunos long plays con éxitos del momento y un poquito más cerca en el tiempo cuando los desprevenidos veraneantes de Necochea, la vieron pasar corriendo por la playa, para unas secuencias de Los mochileros su debut en la pantalla, grande. Susana Giménez ha madurado en todo sentido. Y hoy en día se ha convertido en la reina de los mediodías, con su ciclo en ATC que ha logrado picos de 36 puntos de ráting, en un canal que justamente no se caracteriza por sus
altos índices de audiencia. También, Sugar, el musical que protagoniza noche a noche en el escenario de Lola Membrives. se mantiene en los primeros puestos en materia de taquilla. Además la buscan para todo. Sea para imponer ropa jean como para promocionar determinada lotería provincial. Es incuestionablemente, la figura de momento.

“Todavía no pude lograr que me grabasen ‘Sugar’ para verla con toda tranquilidad, digamos un lunes a la tardecita. Pero estoy en eso. También lo que grabo son todas mis películas, cuando las pasan por
televisión. Tengo casi todas, son una parte importante de mi trayectoria y en ellas hay esfuerzo y sudor… y también lágrimas, cuando alguna escena no salía de acuerdo a lo pensado por el director. Es un lindo recuerdo, porque cuando veo cada una de ellas, afloran muchas anécdotas. Pero no quiero que piensen que soy una ególatra y solamente me veo a mi misma. Tengo toda una colección de comedias musicales norteamericanas, que me sirven para mejorar y no me avergüenza decirlo, así como las dos partes de Erase una vez en Hollywood y Cuando Holly-ood baila. 

Saco muchos títulos en los video clubs a los cuales estoy asociada. Me encanta el cine y la videocaseter’a me permite trasladarlo a la intimidad en mi hogar, porque cuando una comienza en esto, sueña con ser popular y una vez logrado, vuelve a soñar con pasar desapercibida, por lo menos de tanto en tanto, para tener un poco de intimidad. Son las paradojas de la vida ¿no les parece?”.
Y sin aguardar la respuesta a su pregunta, se va corriendo. Tiene que probarse la ropa que usará en televisión durante toda la semana.