Notas Retro VHS

Primera Feria de Audio y Video del Uruguay

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Nota de revista Video Club Año VII nº 62 de 1988 
ASIGNATURA APROBADA
Desarrollado entre el 6 y el 11 de mayo pasados, este encuentro inicial del sector videográfico de la Banda Oriental núcleo a más de 16.000 interesados, firmas importadoras de máquinas y material virgen, diversos vidoeclubistas y la presencia de medios periodísticos relacionados con la actividad. La revista VIDEO CLUB, organizó las charlas stand. Por nuestro país, estuvieron el licenciado Emilio Córdoba (de MGV), Héctor Otturi (secretario de AVIA y presidente de Magnetic Video), Oscar Fernández Ceballos (presidente de la CAVA y FAVIC) y Saúl Laznik (de CIVISA).
Cobijada por las suntuosas instalaciones del Parque Hotel, la Primera Feria de Audio y Video de Uruguay colmó sobradamente —pese a las inexperiencias propias de todo evento primerizo— las expectativas de quienes se ocuparon de la organización. Durante los seis días de las jornadas, el espacio distribuido para la ocasión —los salones A y B, el denominado “rincón infantil” y el especialmente montado set de filmación— recibió la visita ávida de 16 concurrentes que procuraron informarse por intermedio de los expositores (firmas de equipos, de cintas) o bien de los profesionales que, en buen número, asistieron a través de mesas redondas, debates y conferencias.
Estas charlas, así como las actividades paralelas (orientadas al asesoramiento de editores y videoclubistas orientales), contaron con una buena presencia del mercado local, representado por tres editores independientes. El directivo de Magnetic, Héctor Guillermo Otturi, dio una informativa y rigurosa conferencia sobre El negocio del video: origen, situación actual y perspectivas, en la que expresó que “está estudiado que si al cliente no se lo motiva con distintas cosas y el videoclub sólo espera poder alquilar los últimos títulos, el interés del consumidor empieza a decaer a niveles muy bajos e incluso muchos clientes desaparecen como consumidores. Este es uno de los efectos más terribles que tiene el negocio”. Otros párrafos salientes fueron los que utilizó para reflexionar “el problema en cuestión es lograr que las videocaseteras estén constantemente funcionando, es decir, que se produzca un consumo estable”, y explicando que “Hoy en Estados Unidos se están ‘reestrenando’ títulos de hace cuatro o cinco años porque se sabe que los recientes poseedores de nuevas caseteras nunca los han visto. La otra tendencia de comprar solamente lo nuevo, hace que el vídeo-club trabaje con un ‘capital ocioso’ enorme que puede terminar provocando la quiebra financiera del negocio”.

En cuanto al rentabilidad de los títulos —aspecto de particular interés para los videoclubístas—, Otturi no fue menos preciso en su análisis, diciendo que “para que un título esté en su punto máximo de rentabilidad, el primer mes debe alquilarse entre diez y veinte veces, y a lo largo de los dos meses, unas treinta veces, con lo que se cubre el costo de la película. El resto de los alquileres determinará la rentabilidad pura”.
También, el experimentado editor se refirió a la competencia entre las empresas que monopolizan el producto en todas las medias —hizo alusión unívoca al mercado mexicano—, a la ecuación necesaria para una facturación mensual que permita una administración de la rentabilidad, y cerró con la penetración que consiguió el video en el Río de la Plata. “En Argentina y Uruguay —sostuvo finalmente Otturi—, la penetración es una de las más bajas de toda Latinoamérica, muy por debajo de otros países como Chile, Brasil o Perú. Esto significa que, en realidad, el negocio recién empieza. Hay estudios que demuestran que nuestro mercado va a madurar, aproximadamente, en el año 1992 y que dicho crecimiento va a ser muy gradual. El video no es una moda, es una actividad estructurada de aqui a muchos años”.

Charlas y actividades
Otros argentinos presentes, por su parte, no se quedaron de brazos cruzados. Oscar Fernández Ceballos (titular de FAVIC y CAVA) aludió al Rol de las cámaras de video y cómo manejar un videoclub, mesa redonda que tuvo su correlato disertante Saúl Laznik, y que versó acerca de El negocio de la edición y la rentabilidad de los videoclubes. Sendas exposiciones concitaron la masiva asistencia del videoclubismo charrúa, ya que por su juventud y breve tiempo de vida aún desconoce muchos aspectos claves de la actividad videográfica. A partir de los conceptos vertidos, y de las reuniones mantenidas en pasillos y puertas de entrada entre distribuidores y editores, se hicieron tanteos para la unificación de criterios de comercialización.No menos nivel de atención generaron las dos mesas redondas sobre la temática jurídica. Una fue la que trató sobre La normativa jurídica con incidencia en la actividad videográfica, y contó con la asistencia de jueces, profesores de la Facultad de Derecho y legisladores, dado el tratamiento en la órbita parlamentaria de un proyecto de ley referido a este tema. Claro que, dado el cariz de la charla, no podían estar ausentes los representantes de los partidos políticos, como Luis Alberto Lacalle de  Partido Nacional, Manuel Flores Silva por el Colorado y Hugo Batalla por el Frente Amplio. Y la restante apuntó a la Aplicación del derecho internacional y registro de derechos de autor, en la que estuvieron los doctores Ramón Arbin y Osvaldo Jiménez.

Pero no todo se circunscribió a los debates y los cambios de experiencias, sino que también se buscó el entretenimiento del público menos preocupado en interiorizarse en el tema muy puntual de la problemática videográfica. A tal efecto es que se montó un rincón infantil en la llamada Sala A, con una capacidad para 30 personas y donde se llevaron a cabo juegos, se exhibieron films especialmente programados (uno de los casos fue La familia de los ositos cariñosos) y se repartieron regalos. En tanto el divertimento para los más adultos estuvo orientado—casi exclusivamente— hacia el “set simulado”. La originalidad de esto último, estuvo dada porque maquilladores, iluminadores, vestuaristas y escenógrafos armaban una escena de un filme hipotético, explicando a los concurrentes —cada caso lo hacía en particular— su metodología de trabajo.
Novedades y obsequios
No faltaron, tampoco, los equipamientos “en estreno” para el mercado uruguayo. Tal fue el caso del equipo de audio KEH 8020, presentada por la firma Francisco Vergara—licenciataria de Pioneer—, que puso en evidencia su digital de alta potencia con la mejor captación a larga distancia, cuestión que los presentes pudieron comprobar in situ. Y la otra atracción “tecnológica” fue el Centro de duplicación de videocasetes Kopy Master presentado por Kodak. Esta maravilla técnica puede conseguir, partiendo de un master de cinta 3/4 —en cualquiera de sus variantes, de Low Band a Superior Performance—, acceder al formato VHS.El broche de oro fue el sorteo de un videoclub, por un valor estimado en 10.000 dólares, y que tuvo por slogan “Gánese un videoclub”. El sorteo de los títulos por semejante cifra, sé hizo posible por el aporte de las editoras orientales UVH, Collection, Video Visión, Video Ediciones Cosmik,
Trom, Seller Parrado, Gourmet, Video Leal Paraguarí SRL, Video Editora del Este, Tauro Láser, y el beneficiado se llamó Fernando Fernán Lores Silva.

Uno de los organizadores, Emilio Vidal desovilló su balance de la iniciativa, expresando que “los tres objetivos que se perseguían fueron conseguidos. En primer lugar, el acercamiento del público a la actividad resultó en una respuesta excelente. El otro fin, el acercamiento entre los editores, también lo concretamos en una serie de reuniones que se realizaron en el marco de la feria, con la posibilidad de establecer una reunión entre los directivos de la Cámara Uruguaya de Video y la Asociación Uruguaya de Video, cosa que se concretó, por primera vez, aquí en la Feria. Luego de este acercamiento, depende de ellos los resultados y ver qué puede pasar en el futuro”. La satisfacción fue la palabra más pronunciada entre los videómanos de la vecina orill.

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