El Café Concert y el VHS
EL BOOM DEL VIDEO-CONCERT
Todo 1988 ha dado muestras de que no sólo de películas vive el video nacional. El video-concert ya tiene sus astros y estrellas de primerísimo nivel, ahora aplaudidos en el living de casa: Jorge Porcel, José Marrone, Rudy Chernicof, Norman Erlich, el Gordo Oviedo y el impar Jorge Corona son algunos de los nombres más destacados para esta renovada alternativa que busca fugar en el mercado local aprovechando la inquietud del público por ver algo más que películas.
Corría la década del ’70. Los grandes espectáculos teatrales y el teatro de revistas comenzaban a sentir los efectos de una crisis económica que se agravaría con los años hasta virtualmente terminar con el gran movimiento teatral que había sido característico en Buenos Aires. Entonces un grupo de actores decidió que había que hacer algo para salvar al teatro e inventaron el café-concert. Carlos Perciavalle y Antonio Gasalla tuvieron bastante que ver con el invento. Al principio trabajaron juntos. Luego se pelearon de tal forma que no quisieron hablarse nunca más, aunque eso, claro, forma parte de otra historia. Lo concreto es que el café concert se popularizó de tal forma que empezaron a aparecer salitas en casi todas las esquinas de San Telmo. Un pequeño escenario, una veintena de sillas, un piano y un actor arriba del escenario bastaban para montar un espectáculo. La inversión, mínima, permitía mantener activos a muchos de los que se habían quedado sin trabajo por la crisis teatral. Y el público porteño,
entusiasmado por estar tan cerca de sus ídolos, aún tenía dinero en el bolsillo para pagar la entrada. El café-concert fue moda, y como tal, tuvo su época. Luego la crisis se agravó, y años más tarde, apareció el video. Si los cines se vieron afectados por la aparición del sistema que revolucionó el arte audiovisual, las salas teatrales sufrieron un golpe casi mortal. Pero el video también trajo sus compensaciones: Jorge Corona, líder en el show unipersonal, comprendió que en realidad el video podía ser un elemento útilísimo para revivir el café-concert, llevándolo a cada casa y transformando cada comedor en una pequeña sala. Y durante 1987 se decidió a lanzar el primer Video-Concert: el Video Risa (París). En ese primer video, Corona contaba con la participación de Silvia Peyrou y del Dúo Contrapeso. La dirección le había sido confiada a un veterano del cine de entretenimiento: Fernando Siró. El éxito del video de Corona fue tal, que al poco tiempo casi todos los video-clubes del país lo tenían en sus estanterías. El video-concert demostró ser un medio más que eficaz para establecer un nuevo vínculo entre los humoristas y showmen con el público que había dejado de concurrir al teatro. Al poco tiempo, particularmente durante 1988, el videoconcert se puso de moda. Hoy, todo humorista que se precie, tiene su espectáculo en videocasete.
LAS RAZONES DE UN ÉXITO
El video es una forma de explotación adicional de un show, y una manera efectiva de garantizar la rentabilidad del mismo. Como la respuesta de la gente es satisfactoria, no hacer el video cuando se monta un espectáculo es casi una tontería. Existen varias razones que explican este boom del video argentino: el show en video es una excelente forma de darse a conocer en todos los ámbitos y a lo largo y a lo ancho del país. Un video puede llegar hasta lugares inimaginables, y si gusta, puede significar tanto para el protagonista como para quienes lo acompañan, ofertas para shows en el interior del país, fiestas e incluso para nuevos espectáculos teatrales. El video-concert es una buena forma de mostrarse en la mayor cantidad de mercados con el menor riesgo posible. Anteriormente, un empresario teatral del interior tenía que venir a Buenos Aires para ver lo que se hacía antes de decidir a quién contratar en su sala. Hoy, basta estudiar la decena de video-concerts que pueblan los video-clubes y llamar por teléfono al representante, cuyo número suele figurar en el reverso de la caja original del video. Hay, además, una tercera razón, que explica también por qué han empezado a aparecer video-concerts que no responden exactamente al modelo de show unipersonal. Y es el público. La gente encuentra en la video-casetera un elemento idóneo, no solamente para ver películas sino para reemplazar al a veces insufrible televisor. Y ver únicamente cine, a veces cansa. Por eso han sido éxito los capítulos de series televisivas en video (Alf, Pepe Carvalho) y por eso también este boom de video-concert. La demanda del público ha incentivado la aparición no sólo de videos unipersonales, sino de obras de teatro grabadas en video, que antes del éxito de Corona habían pasado sin pena ni gloria. La reciente edición de ¿No es fino? (Lucían), la obra que protagonizaron en Mar del Plata Jorge Porcel y Jorge Luz, es una muestra. Además, siempre resulta mucho más económico alquilar un video que pagar dos o tres entradas al teatro, y obviamente, mucho más cómodo también.
LOS QUE ESTÁN EN LA ESTANTERÍA
José Marrone anda ya por los 73 años, y luego de haber sido un símbolo de la revista porteña, de haber transitado por años la televisión, llega al video casi como al último peldaño de su dilatada y exitosa carrera. En Marrone para mayores (Super Video), el popular Pepitito desgrana chistes verdes y de los otros con mucha eficacia, logrando mantener a la audiencia atenta durante 80 minutos. Un par de esculturales vedettes le hacen compañía y no falta la cuota de tango. El rey del humor judío, Norman Erlich, compone a todos sus personajes en VI (París), su aporte al video-concert. Erlich alterna chistes con algunas escenas sensuales jugadas por una pareja de bailarines. Un verdadero tenor interpreta solos y acompaña a Erlich en un par de canciones. El Gato Peters, un rosarino que se ganó un espacio en el programa de Sofo-vich recitando coplas cómicas, tiene también su video: Super-Gato (Video Mayor Producciones) grabado íntegramente en su ciudad natal, a lo largo del cual desglosa nuevas rimas junto a invitados especiales, entre ellos Fernando Bravo. El Gordo Porcel acaba de editar por Fantasía un video dirigido por J. M. García. El gordo más famoso de la televisión cuenta chistes prohibidos
para menores en Porcel al verde vivo (Fantasía). El video incluye canciones melódicas, bailes y strep-teases, aunque esto últimos no están precisamente a cargo de Porcel. Hablando de gordos, otro que vale la pena es El Oviedo Concert (Video Mayor), en el que el Gordo Oviedo, un lúcido humorista cordobés, miembro desde los inicios de la plana mayor de la revista Hortensia, garantiza una hora y media de carcajada limpia. Osear Parri, habitual animador de encuentros tangueros, también tiene su lugar con Cargúese de risa (Láser), un video en el que el conocido humorista desgrana parte de los chistes que conforman su habitual show en la noche porteña. Los italianos están de parabienes con el video recientemente lanzado por Laser, en el que el capo del humor de ese origen cuenta chistes bien napolitanos. Linda Guzmán personifica a una Cicciolina casera bastante menos atrevida que su homónima romana. Nicolita y la Cicciolina (Láser) es una buena oportunidad para sentirse en una cantina de la Boca, ayudado preferentemente por un buen plato de ravioles o una grande de muzzarella. Beto César, el humorista que acompañó a Sofovich durante su prolongado peregrinar por canales porteños y platenses, también está en el video-club. Esta vez acompañado y formando parte del dúo Los Blue-Jeans. Por último, Jorge Corona no desaprovechó el buen éxito de su primer video-concert y lanzó el Video-Risa II (Superfilms Video Home), en el que repite las características del que editó París. En esta nueva presentación ante los dueños de las videocaseteras, Corona está acompañado por el conjunto Alicia-Mariel-Graciela y el International Show Ballet, en un espectáculo dirigido por Emilio Boretta. Claro que en video-concert no todo es humor. Totón, el muñeco del programa de Sofovich (Lucían) y el Topo-Gigio (Leda), son dos alternativas de espectáculos para chicos, presentes también en los video-clubes. Otra posibilidad pero para juntar a los grandes y los chicos la da Raúl Portal con su video Los juegos del terror (AVH), una original forma de seguir explotando un excepcional éxito televisivo. Para los amantes del teatro, además de la nombrada ¿No es fino? (Lucían), se pueden conseguir El señor del baño (Princess), la excelente comedia escrita e interpretada por el genial Rudy Chernicoff, un grande del humor poco afecto a aparecer por TV, y Badía, Lambetain y Cía. (AVH), una obra para toda la familia montada en Mar del Plata un par de temporadas atrás por el popular animador e interpretado por éste y el loco profesorde Esteban Melli-no. Como se ve, hay para todos los gustos. Y todo parece indicar que el boom del video-concert recién empieza. Carlos Isse acaba de debutar en video con Un gaucho guapo y mariposón (Aranjuez), una grabación especial hecha en Rugantino. Jorge Corona, mientras tanto, animado por aquello de las zagas interminables, piensa seriamente entre show y show cuándo lanzará su Video-Risa III…
Nota de la revista
VIDEO PARA USTED – Diciembre 1988
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