Nota 1988: Videoclub “Video Rio”
De revista VIDEO CLUB de Julio de 1988
Un videoclub con inquietudes y grandes perspectivas de seguir creciendo
EN LA CRESTA DE LA OLA
Video Río es atendido por sus dueños, el joven matrimonio Villagra. Una combinación de trabajo y constante comunicación con las editoras locales dieron gran impulso a la actividad en Río Cuarto.
Javier Eduardo y Miriam Villagra conforman un pujante matrimonio dueños de Video Rio, en la ciudad de Río Cuarto (Córdoba), sito en Avenida Italia 1137.
“Compramos este videoclub—que ya estaba en funcionamiento— a mediados de octubre del ’87- rememora Javier. En un primer momento comenzamos comprándole 300 películas a Jimmy Fuguet, para luego adquirir en todas las productoras. Ahora nuestro stock es de 1500 títulos originales, llegando casi a los 2000, debido a que de cada filme importante que se edita nos proveemos de más de una copia. Como claro ejemplo, hemos adquirido “trece copias de Pelotón”
“Este estilo de compras, señala Miriam, es el que nos rinde todo tipo de satisfacciones, sobre todo desde el punto de vista de comodidad al socio. Si de cada título “boom” que aparece en el mercado tendríamos [sic] solo uno, nuestros asociados estarían en una larga lista de espera. De esta manera, nos manejamos “únicamente con películas de alta rotación comercial, haciendo hincapié en el sistema novedad más cantidad”.
Actualmente Video Río cuenta con 800 socios, servicio de entrega a domicilio y quince reproductoras para alquilar. También los Villagra abrieron tres sucursales: en Alsina Gigena (un pequeño pueblo en Córdoba) con 300 títulos, Laboulaye, con 400 y en Huinca Renancó (La Pampa) con 600. Ante la falta de unión entre los videoclubistas de la zona de Río Cuarto, y para unificar criterios de comercialización, Video Río y otros seis videoclubes del lugar —Mundo Cine, Home, Gaggio, Premier, Video del Alemán y Center— formaron CARVIC (Cámara Riocuartense de Videoclubes). Esta cámara funciona desde el 1º de junio y los primeros pasos logrados, “en sucesivas reuniones semanales, apunta Javier, fueron concretar una lista única de precios de alquiler; alquilar únicamente por sólo 24 horas y que todos los videoclubes alquilen un día a la semana a mitad de precio”.
Cabe señalar que Video Río está adherido a la UAV (Unión Argentina de Video) y Villagra hace hincapié sobre “los reiterados pedidos realizados personalmente al Gerente de la entidad, para que nos diera una mano para combatir la piratería y realizar relevamientos proponiéndole que enviara inspectores. Nosotros les pagábamos estadía y pasaje pero no obtuvimos respuesta favorable. Asimismo —finaliza Javier— como videoclubista aspiro a una limpieza del mercado
“Compramos este videoclub—que ya estaba en funcionamiento— a mediados de octubre del ’87- rememora Javier. En un primer momento comenzamos comprándole 300 películas a Jimmy Fuguet, para luego adquirir en todas las productoras. Ahora nuestro stock es de 1500 títulos originales, llegando casi a los 2000, debido a que de cada filme importante que se edita nos proveemos de más de una copia. Como claro ejemplo, hemos adquirido “trece copias de Pelotón”
“Este estilo de compras, señala Miriam, es el que nos rinde todo tipo de satisfacciones, sobre todo desde el punto de vista de comodidad al socio. Si de cada título “boom” que aparece en el mercado tendríamos [sic] solo uno, nuestros asociados estarían en una larga lista de espera. De esta manera, nos manejamos “únicamente con películas de alta rotación comercial, haciendo hincapié en el sistema novedad más cantidad”.
Actualmente Video Río cuenta con 800 socios, servicio de entrega a domicilio y quince reproductoras para alquilar. También los Villagra abrieron tres sucursales: en Alsina Gigena (un pequeño pueblo en Córdoba) con 300 títulos, Laboulaye, con 400 y en Huinca Renancó (La Pampa) con 600. Ante la falta de unión entre los videoclubistas de la zona de Río Cuarto, y para unificar criterios de comercialización, Video Río y otros seis videoclubes del lugar —Mundo Cine, Home, Gaggio, Premier, Video del Alemán y Center— formaron CARVIC (Cámara Riocuartense de Videoclubes). Esta cámara funciona desde el 1º de junio y los primeros pasos logrados, “en sucesivas reuniones semanales, apunta Javier, fueron concretar una lista única de precios de alquiler; alquilar únicamente por sólo 24 horas y que todos los videoclubes alquilen un día a la semana a mitad de precio”.
Cabe señalar que Video Río está adherido a la UAV (Unión Argentina de Video) y Villagra hace hincapié sobre “los reiterados pedidos realizados personalmente al Gerente de la entidad, para que nos diera una mano para combatir la piratería y realizar relevamientos proponiéndole que enviara inspectores. Nosotros les pagábamos estadía y pasaje pero no obtuvimos respuesta favorable. Asimismo —finaliza Javier— como videoclubista aspiro a una limpieza del mercado
Scan exclusivo de RaroVHS.com
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