Entrevistas y colaboraciones

RaroVHS en Le Monde Diplomatique

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Muchas gracias a Javier Porta Fouz que tuvo la gentileza de usar mi testimonio para su nota Los coleccionistas no se rinden del nº148 de Octubre de Le Monde Diplomatique. No está en la versión online de la revista, sino en la impresa, por eso no la trascribo completa, sino solamente el fragmento en el que nombra a la página.

Fragmento:

RaroVHS en Le Monde Diplomatique[…]
Downloading y streaming

En cuanto a las películas, la situación es análoga a la de la música: ante la cada vez mayor disponibilidad digital, ya sea por downloading o streaming, ya sea legal o ilegal, ¿qué hace el comprador de películas? En primer lugar, hay que tener en cuenta que “el avance del digital” para el cine no sólo tiene que ver con la llegada de servicios como Netflix (la empresa líder en EE.UU. de streaming pago, que paga por los derechos de lo que exhibe, recientemente lanzada en Argentina) sino además con la exhibición digital en las salas de cine, desde algún soporte más palpable como un Blu-Ray hasta un archivo en un disco rígido: salvo por el sistema Imax, el resto de las exitosas proyecciones en este “nuevo 3D” es digital. El investigador e historiador Fernando Martín Peña, encargado de programación de malba.cine, conductor del programa Filmoteca y coleccionista, afirma que sigue coleccionando, “películas en fílmico (todos los formatos) y discos (vinilo o pasta, todas las velocidades). Y pienso seguir hasta la muerte. Tres razones: calidad, nobleza y disponibilidad. Se ven y se oyen mejor, duran más porque son objetos ajenos a la obsolescencia programada y se encuentra muchísimo que no ha sido migrado a digital por presunta falta de mercado”.
No pocos aficionados al cine, sin embargo, opinan que nunca hubo tanta disponibilidad como ahora. ¿Es así?: en principio hay mayor sencillez -si se es hábil con el manejo de Internet-, y es cierto que en promedio hay mayor cantidad de cosas a corta distancia, pero no necesariamente las mismas que estaban en la horneada tecnológica anterior. El coleccionista cultural más dedicado, con mayor obsesión, suele defender formatos anteriores porque en ellos encuentra materiales únicos. El reinado del VHS fue de casi dos décadas, y entre fines de los ochenta y principios de los noventa parecía dominar el mundo, hasta el punto de que se llegó a vaticinar erróneamente la extinción del consumo de cine en el cine. En esos años, las editoras de video y los videoclubes demandaban más y más material. Así fue que en VHS aparecieron cosas que no llegaron a editarse en DVD antes de que este formato cayera en desgracia debido al Blu-Ray y sobre todo al avance de la digitalización. Cristian Sema, coleccionista y autor del blog RaroVHS, dice: “Colecciono principalmente en VHS porque en los años ochenta se editaron de forma legal muchísimas películas que nunca fueron reeditadas en el país, además de que muchas no se consiguen en formato digital. Tengo alrededor de 3.000 VHS originales. También colecciono otros formatos ‘antiguos’, como Super 8, Laserdisc, Betamax, etc. No niego lo práctico y útil de los formatos digitales, pero tener todo a un click de distancia a veces quita el disfrute de esos objetos culturales”.

Tanto en Peña como en Sema, desde formatos muy distantes en cuanto a calidad (el fílmico y el VHS), se nota la pasión por rescatar lo que está cerca de perderse. […]

Otros coleccionistas y consumidores de formatos físicos nombrados en la nota:
– Carlos Rey: DVD y Blu-Ray
– Fernando Martín Peña: Historiador y coleccionista de cine en formato fílmico, discos y muchísimas otras cosas
– Jorge Fondebrider: Ensayista y poeta
– Diego Trerotola: Crítico de cine

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