Noches sin lunas ni soles (1984) Un delincuente (Alberto de Mendoza) se escapa de un juzgado, ayudado por tres malandrines, para buscar a su amigo de toda la vida, que está terminalmente enfermo. El policía encargado de atraparlo (Lautaro Murúa) sabe que hay un un botín oculto de por medio.